La impermeabilización es una de las tareas más críticas en la construcción y mantenimiento de cubiertas planas. Su correcta ejecución previene la aparición de filtraciones de agua, que pueden causar daños estructurales, deterioro de los materiales y, a largo plazo, costosas reparaciones. Las cubiertas planas son especialmente vulnerables a este tipo de problemas debido a la acumulación de agua, lo que hace que la elección del sistema impermeabilizante sea fundamental para garantizar la longevidad y funcionalidad de la edificación.
El Código Técnico de la Edificación (CTE) establece los lineamientos para la selección de sistemas impermeabilizantes en cubiertas, contemplando diversas opciones que se adaptan a las necesidades particulares de cada proyecto. Entre los sistemas más comunes se incluyen materiales bituminosos, PVC, EPDM y poliolefinas, cada uno con propiedades y características específicas. Dentro de estos sistemas, las láminas impermeabilizantes no adheridas juegan un papel relevante, sobre todo en proyectos donde se requieren soluciones eficientes y rápidas de instalar.
¿Qué es una Lámina Impermeabilizante No Adherida?
Las láminas impermeabilizantes no adheridas son membranas que se colocan sobre la superficie de la cubierta sin estar fijadas directamente a la estructura. Este tipo de instalación es una solución ideal para cubiertas planas en las que se busca minimizar el uso de adhesivos o materiales adicionales para la fijación. A menudo, estas láminas se mantienen en su lugar mediante la colocación de materiales adicionales sobre ellas, como
grava, baldosas flotantes o sistemas de cubiertas ajardinadas.
Este método permite un gran margen de movimiento a la lámina, lo que puede ser útil en situaciones donde las estructuras subyacentes puedan sufrir ligeros movimientos o contracciones debido a cambios de temperatura o asentamientos. Al no estar adherida, la lámina no se ve afectada por las tensiones que estos movimientos podrían generar en otros sistemas.
Ventajas de las Láminas Impermeabilizantes No Adheridas
1. Facilidad de instalación: Una de las principales ventajas de este sistema es su facilidad y rapidez de colocación. Al no requerir adhesivos o soldaduras, las láminas no adheridas permiten cubrir grandes superficies en un tiempo reducido. Esto resulta particularmente beneficioso en proyectos donde el tiempo es un factor crucial.
2. Flexibilidad y adaptabilidad: Dado que las láminas no están fijadas de manera rígida, tienen una mayor capacidad de adaptarse a los movimientos de la estructura subyacente sin sufrir daños. Esto las convierte en una opción ideal para proyectos en zonas sísmicas o en cubiertas que están sometidas a fuertes cambios de temperatura.
3. Mantenimiento más sencillo: Las láminas no adheridas permiten un acceso más fácil a la estructura de la cubierta en caso de que se necesite realizar inspecciones o reparaciones. Al no estar pegadas, es más sencillo retirarlas temporalmente y volver a colocarlas sin generar daños.
4. Sostenibilidad y reciclaje: En muchos casos, estas láminas están fabricadas con materiales reciclables o sostenibles, lo que las convierte en una opción amigable con el medio ambiente. Además, su instalación no implica el uso de productos químicos agresivos ni genera residuos de adhesivos, lo que contribuye a reducir el impacto ambiental del proyecto.
Tipos de Materiales Utilizados en Láminas No Adheridas
Existen diferentes tipos de materiales que se utilizan para la fabricación de láminas impermeabilizantes no adheridas. Cada uno de estos materiales ofrece propiedades únicas que lo hacen más o menos adecuado dependiendo de las necesidades específicas del proyecto.
1. Materiales bituminosos y bituminosos modificados
Los materiales bituminosos son muy utilizados en la impermeabilización de cubiertas planas debido a su alta resistencia al agua y su capacidad de soportar condiciones climáticas adversas. En el caso de las láminas no adheridas, se emplean generalmente versiones modificadas con polímeros (SBS, APP), que ofrecen mayor flexibilidad y durabilidad. Estas láminas se suelen colocar sobre una capa separadora o geotextil, que permite su libre desplazamiento sobre la superficie de la cubierta.
2. Láminas de PVC
Las láminas de PVC, debido a su alta resistencia y flexibilidad, son ideales para cubiertas que requieren un sistema ligero y fácil de instalar. Este tipo de lámina no adherida se suele utilizar en proyectos donde la cubierta es transitable o cuando se aplican acabados como baldosas sobre la membrana impermeabilizante. La instalación de las láminas de PVC generalmente se complementa con perfiles perimetrales que ayudan a mantenerlas en su lugar sin necesidad de pegarlas al soporte.
3. Láminas de EPDM
El EPDM, un caucho sintético altamente resistente, es otra opción popular en la impermeabilización de cubiertas planas no adheridas. Estas láminas destacan por su durabilidad y su capacidad para cubrir grandes superficies sin juntas. A menudo, en sistemas no adheridos, se emplean lastres como grava o baldosas flotantes para mantener la membrana en su lugar. Este material también es muy adecuado para cubiertas verdes o ajardinadas, donde la vegetación ayuda a proteger y mantener la lámina en su posición.
4. Láminas de poliolefinas
Las láminas de poliolefinas son sistemas bicapa que combinan la resistencia de la poliolefina termoplástica con una capa adicional que actúa como refuerzo. En sistemas no adheridos, estas láminas se colocan de forma similar a las de EPDM, utilizando lastres o sistemas de fijación perimetral para mantenerlas en su lugar.
Además, las poliolefinas ofrecen una alta resistencia a los rayos UV, lo que prolonga su vida útil y reduce los costos de mantenimiento.
Aplicaciones Comunes de las Láminas Impermeabilizantes No Adheridas
Este tipo de sistema impermeabilizante es especialmente adecuado para varios tipos de cubiertas y situaciones:
● Cubiertas ajardinadas: Las láminas no adheridas son ideales para cubiertas verdes o ajardinadas, donde la vegetación ayuda a mantener la impermeabilización en su lugar sin necesidad de usar adhesivos o soldaduras.
● Cubiertas transitables: En las cubiertas que están destinadas al tránsito peatonal, como terrazas o azoteas, las láminas no adheridas permiten la instalación de losas flotantes o pavimentos que actúan como lastre, protegiendo la impermeabilización sin necesidad de fijaciones.
● Cubiertas industriales: En estructuras industriales, donde se requiere un sistema de impermeabilización eficiente y de rápida instalación, las láminas no adheridas pueden cubrir grandes superficies en poco tiempo, reduciendo el costo de la obra.